Proizvod vam ne odgovara? Nema veze! Možete nam vratiti unutar 30 dana
S poklon bonom ne možete pogriješiti. Za poklon bon primatelj može odabrati bilo što iz naše ponude.
30 dana za povrat kupljenih proizvoda
En las primeras décadas del siglo XX, parecía España el país máscatólico del mundo. Bastaba observar el esplendor de las grandesmanifestaciones y procesiones tradicionales, la constanteparticipación de los representantes del Estado oficialmente católicoen actos de culto, como congresos eucarísticos, consagracionessolemnes de pueblos y ciudades y hasta de España entera,inauguraciones y clausuras solemnes de muy vario signo. Pero debajo de aquella aparente magnificencia, España, más que tierra segura y firme de fe católica, era tierra de reconquista y restauración socialcristiana. La Segunda República trajo a la primera escena políticaotras fuerzas nuevas, o'muy potenciadas en todo caso, y muchasposibilidades históricas no presentes o mucho menos operantes hastaentonces. Todas estas fuerzas, nuevas o renovadas, bien distintasentre sí, tenían como distintivo común, en muy diversos grados, eldistanciamiento de la Iglesia, como enemiga de las libertadesmodernas, distanciamiento que en algunas de ellas era ya aversión,rencor, odio y hasta declarada persecución. Que la Iglesia española---la Iglesia jerárquica, nada menos---, presidida y animada por elcardenal Francisco Vidal y Barraquer, buscó la concordia, desdemediados de septiembre de 1931 a comienzos de mayo de 1936, es lo quese desprende de un análisis histórico objetivo. Este libro, «escritocon mucha paz y con mucha esperanza civil y religiosa» por uno de losmayores especialistas en este periodo, nos describe la política deconcordia que llevó a cabo la Iglesia española, bajo la guía decardenal tarraconense.